Mauricio Castro Figueroa

12 de abr de 20225 min.

OKR para Transformación Digital 2: Una visión audaz

Actualizado: 26 de jul de 2022

"Conviértase en una organización lista para el cambio. Esto va más allá de poder implementar una nueva herramienta o proceso: significa construir una cultura y una estructura de comunicación que esté lista, dispuesta y capaz de adaptarse a cualquier cambio. Después de todo, la tasa de cambio y evolución en los negocios y la tecnología solo continuará e incluso acelerará”. - Keith Kitani, director ejecutivo, GuideSpark

En la actualidad, son muchas las empresas que ya han tomado conciencia sobre la importancia y necesidad de llevar adelante un proceso de transformación digital.

Básicamente, se trata de aquellas compañías que buscan un verdadero cambio en la estructura de valor de sus negocios, reducir costos y eficientar procesos aplicando tecnología digital, que apuntan a un cambio en la cultura organizacional y en la dinámica de comunicación interna, y, principalmente, quieren conocer bien y establecer un sólido vínculo con sus clientes que -en definitiva- serán quienes paguen por ese “valor agregado” que ellos mismos apreciarán tras la transformación digital.

Sin embargo, cuando les llega el momento decisivo de “pasar a la acción”, enfrentan muchos interrogantes acerca de qué hacer y cómo hacerlo para que la transformación sea exitosa y se preguntan cuánto tiempo demandará alcanzar el resultado esperado. Pero, ante todo, se plantean cómo resolver un problema fundamental: la falta de un “roadmap” de base para llevar a cabo la transformación digital (en adelante TDx) que realmente responda a sus necesidades o, en caso de poseerlo, el hecho de no contar con capacidad de ejecución del referido “roadmap”.

En este escenario, es posible que algunas empresas decidan dar marcha atrás y se resignen al statu quo, al estancamiento, pero se arriesgan a ceder terreno a la competencia e, incluso, hasta a “embargar” el futuro de la firma lejos de sus anhelos de crecimiento organizacional.

"Al menos el 40% de todas las empresas morirán en los próximos 10 años ... si no descubren cómo cambiar toda su compañía para adaptarse a las nuevas tecnologías." - John Chambers | CEO CISCO

En cambio, las organizaciones que se atrevan a enfrentar este complejo desafío tendrán que buscar las respuestas a sus interrogantes, organizarse y proveerse de las herramientas y recursos necesarios para lograr su cometido y, principalmente, deberán comprometerse durante el proceso.

Una visión audaz y los OKR

Desde Estratego consideramos tan importante para el éxito de la TDx, definir cuál es el camino más conveniente a seguir en cada caso y cómo recorrerlo conjugando los elementos, actores y herramientas que así lo permitan dentro de un marco dinámico de ejecución, como es el modelo OKR, y conforme a una adecuada planificación estratégica de la TDx (en el siguiente artículo, revisaremos cómo la Metodología OKR aplica en un posible roadmap de Transformación Digital).

De esta forma, proponemos abordar este proceso a la luz de una “visión audaz” de transformación digital, cuyo horizonte sea un ambicioso plazo de ejecución de tres años, que esté de acuerdo con un enfoque holístico respecto del impacto del cambio en la organización en su conjunto y cuyo roadmap responda a los verdaderos cambios en los modelos operativos que quiere lograr la empresa.

Suena sencillo, pero no lo es tanto. Establecer una visión audaz implica un ejercicio conjunto de imaginación con una mirada holística del negocio, diagnóstico duro y descarnado, y modelamiento de escenarios posibles.

Imaginar es distinto de fantasear

Todos podemos fantasear respecto de muchos temas. El negocio y la organización también pueden ser materia de fantasía, pero de ello no hablamos en las reuniones de directorio o en los comités ejecutivos.

Sí somos capaces de imaginar, puesto que a diferencia de la fantasía, la imaginación se pone en marcha desde la realidad. Luego, lo que imaginamos, lo convertimos en realidad gracias a la creatividad.

Sin embargo, dado que imaginar tiene como punto de partida la realidad, necesariamente está limitada por el conjunto de creencias sobre aquellas cuestiones que pensamos habilitan o limitan nuestras posibilidades de hacer e ir más allá.

Las características de visionarios, creativos, diversos, conservadores u homogéneos (entre otras cualidades) que tenga el equipo de liderazgo de la compañía, probablemente limitará o habilitará una posible visión audaz de TDx.

En un estudio realizado por Mckinsey publicado en octubre del 2021, compararon los tiempos que una organización requeriría para llevar a cabo ciertos cambios, antes y después de la pandemia de Covid-19. Los resultados no dejan de sorprender:

  • Tiempo requerido para aumentar el trabajo y colaboración remotos:

    • Estimación pre Covid-19: 454 días.

    • Tiempo actual: 11 días.

  • Tiempo requerido para la migración de activos a la nube:

    • Estimación pre Covid-19: 547 días.

    • Tiempo actual: 23 días.

  • Tiempo requerido para aumentar el uso de tecnologías avanzadas en las operaciones:

    • Estimación pre Covid-19: 672 días.

    • Tiempo actual: 27 días.

Sin duda que el Covid-19 puso a prueba muchas de nuestras creencias en cuanto a lo que era posible, pero el problema es que no necesariamente tenemos sobre nosotros un golpe de realidad de la misma envergadura, que nos movilice a crear una visión audaz de TDx para nuestras empresas.

Para la tecnología nada es imposible y sus fronteras están en aquello que creemos, imaginamos y creamos. Los líderes están desafiados a mover dichas fronteras lo más lejos posible.

Llevar a cabo un diagnóstico duro y descarnado

Nadie quiere reconocer que nos hemos demorado en actuar. No queremos reconocer que nuestras tecnologías están obsoletas, que nuestros datos no son confiables, que los colaboradores no cuentan con las competencias o no están debidamente capacitados, que no hemos realizados las inversiones correctas, que no sabemos cómo piensan los clientes y hacia dónde se dirigen, que no somos productivos y que los liderazgos deben adecuarse.

Estos reconocimientos son amenazantes. Nadie quiere poner en riesgo su trabajo. Pero el problema es que sin un adecuado reconocimiento no hay un buen diagnóstico y ello condiciona el diseño de planes y su posterior implementación. La probabilidad de error es grande.

Es responsabilidad del CEO y todo el equipo directivo, llevar adelante conversaciones que inviten a reflexionar en confianza y lleven a los ejecutivos hacia terrenos fértiles donde la visión audaz de TDx sea la próxima parada.

Este debe ser un viaje donde el compromiso mutuo de crecimiento individual y el replanteamiento estratégico de la compañía, sea la base para un conjunto de nuevo de creencias en las distintas áreas, para a partir de ellas construir la organización que queremos para nuestros clientes de hoy y mañana.


Posibles OKR (Objetivos) para este cuadrante de TDx:

  • Dimensionar el potencial económico de una TDx de la compañía a partir del tercer año.

  • Modelar nuestra compañia en un escenario de "Transformación Plena".

  • Llevar a cabo un diagnóstico descarnado por parte de cada líder de área.

  • Identificar áreas vulnerables y estimar impacto económico, en caso de no llevar adelante un proceso de TDx.

  • Estimar preliminarmente tanto recursos financieros, humanos y cambios culturales necesarios para los primeros 3 años año de TDx.

  • Adoptar un roadmap de TDx para nuestra realidad organizacional y de negocio.

  • Llevar a cabo una Planificación Estratégica de TDx y lograr su adopción por parte del Directorio de la compañía.

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